Nació en Rambla de Oria, Almería, el 25 de enero de 1904. Ordenado sacerdote, fue nombrado coadjutor de la parroquia del Sagrario de Almería y profesor de teología del seminario diocesano.
Cuando en 1934 pasó por el seminario de Almería el salesiano don Marcelino Olaechea, don Andrés aprovechó para manifestarle sus deseos de ser salesiano. Admitido el curso 1935-36 como aspirante en el colegio María Auxiliadora de Sala

El día 27 de julio, sorprendidos por un grupo de milicianos, serían llevados al palacio de los Marqueses de Heras, y de aquí al Gobierno Civil de Guadalajara. El gobernador ordenó seguidamente que fueran devueltos de nuevo a Mohernando, como detenidos. Pero en el camino de vuelta, un grupo de milicianos del madrileño centro de Ventas, que andaba por allí, requisó uno de los coches y, al conocer la identidad sacerdotal de uno de sus ocupantes, don Andrés, ordenaron que se dirigiera hacia la capital. Le acompañaba el estudiante profeso Eulogio Cordeiro. Cuando los coches iban por el Km. 52 de la carretera de Madrid, próximo a Guadalajara, se pararon y les obligaron a bajar. En el cacheo le encontraron a don Andrés un crucifijo. Intentaron arrebatárselo, pero él no consintió. Entonces le ordenaron que cruzara la carretera y avanzara por una tierra en barbecho hacia el río Henares. No le dio tiempo a llegar. Ocho milicianos le dispararon por la espalda y el sacerdote cayó de bruces. Uno de los que le había disparado se adelantó hacia la víctima y al ver que todavía estaba vivo le disparó el tiro de gracia para rematarlo. El cadáver de don Andrés probablemente permaneció varios días sin ser sepultado. No se logró averiguar el lugar donde fue inhumado su cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario